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Sábado, 22 Septiembre 2012 16:40

La cena de Josefina

Cena del proyecto No a las maternidades secuestradas realizada el domingo 29 de abril de 2012. Este grupo de mujeres decidió mantenerse en el anonimato.

3Cena MATERNIDAD SECUESTRADA 29 abril 2012

Fotografía: Josefina Alcázar

La reunión estuvo muy interesante y salieron a relucir muchos temas ligados a la maternidad y el aborto. Se discutió sobre la maternidad y cómo la habíamos vívido, cómo nos la imaginábamos, o cómo la hubiéramos deseado.

1.- Una de ellas habló de su proceso de maternidad que fue una maternidad no deseada. Se embarazó a los 22 años y ella y su pareja decidieron casarse para "ocultar su pecado". No le dijeron nada a nadie, ella se casó de blanco, hubo fiesta y viaje de novios. Al poco tiempo de regresar del viaje de novias ya se le empezaba a notar la pancita así que usaba faja para ocultarla. A los seis meses nació un precioso niño. En la familia de ella eso se convirtió en tragedia. Su padre le dejó de hablarle y no quiso conocer al nieto "producto del pecado", hasta que pasó más de un año y todo mundo lo decía que ya la perdonara. Para ella el hijo se convirtió en un estorbo pues realmente no estaba preparada para tenerlo ni lo deseaba. El hijo fue cuidado prácticamente por la abuela, o sea, por la mamá de ella. El matrimonio duró muy poco pues el marido se la pasaba diciéndole que él se quería divertir y terminar sus estudios. Después de comentar el tema concluimos que esa había sido una MATERNIDAD SECUESTRADA ES UNA MATERNIDAD IMPUESTA POR LOS PREJUICIOS SOCIALES.

2.- La otra comentó que ella crió prácticamente sola a sus dos hijos pues se divorció muy pronto. Ella es doctora y vive feliz con sus dos hijos a pesar de que ha tenido que trabajar duro para mantenerlos. Recordó momentos felices y momentos difíciles, pero piensa que sus hijos son parte fundamental de su vida. Pensamos que vivió una MATERNIDAD SECUESTRADA POR LAS LIMITACIONES ECONÓMICAS.

3.- Otra comentó que había quedado embarazada a los 21 años, pero que decidió abortar. Contó el miedo tan tremendo que vivió, pues hacerse un aborto clandestino conlleva enormes riesgos. No sólo tuvo que vencer los prejuicios morales de la sociedad sino que se enfrentó al miedo a la muerte, pues entre sus amigas se sabía de casos de mujeres que murieron en el proceso o de mujeres que quedaron dañadas por una mala intervención y nunca más pudieron tener hijos. Se discutió sobre la importancia de legalizar el aborto y garantizar, a las mujeres que opten por esta vía, un tratamiento de calidad y seguro. Después de comentar sobre el aborto pensamos que en ese caso se trataba de una MATERNIDAD SECUESTRADA POR LA VIOLENCIA DE GÉNERO.

4.- La más joven comentó que ella aún no ha decidido si tendrá hijos o no. Por el momento quiere hacer su doctorado fuera del país, conocer el mundo y ya verá después qué sucede. Casarse y tener hijos no es la finalidad de su vida. Discutimos el tema y vimos que hay una enorme diferencia entre la manera de pensar de ella y la de una generación anterior. Pensamos que en su caso hay una MATERNIDAD SECUESTRADA POR LA IMPOSICIÓN, que la MATERNIDAD ES UNA OPCIÓN NO UNA OBLIGACIÓN. En la discusión se llegó al acuerdo que se debería de buscar una MATERNIDAD COMPARTIDA, exigir que la pareja de la embarazada (hombre o mujer) también tengan licencia por maternidad. Exigir más guarderías, que todas las dependencias públicas tengan su propia guardería; obligar a las empresas privadas a que tengan su propia guardería.

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Foto Yuruen Lerma