Elementos filtrados por fecha: Martes, 03 Enero 2012

Es todo un logro. Dejé mi columna semanal en El Universal en 2008 –después de 20 años de escribir semanalmente- y había perdido la disciplina del registro escrito.

¿Porqué hacerlo? Yo misma me lo pregunto a veces. ¿Sirve de algo? ¿No es contribuir al exceso de información que existe actualmente? ¿Se trata de un acto ególatra? ¿No estoy perdiendo el tiempo?

De entrada escribir un diario, una bitácora, es algo que vengo haciendo de una u otra forma desde niña. Era mi refugio. Escribía porque tenía miedo a olvidar. Y seguramente tenía miedo a olvidar porque alguna vez –como lo registra mi diario- mi mamá perdió la memoria y ni siquiera me reconocía. Escribir se mie hizo un hábito que me permitía no depender de mi memoria. Nunca imaginé lo útil que me sería para otras cosas.

The x files004

Pero hoy me interesa más porque veo lo importantes que son éste tipo de documentos. Por ejemplo, Un Banquete en Tetlapayac, la película de Olivier Debroise en torno a ¡Que Viva México!, el film inconcluso de Sergei Eisenstein, está basado en los diarios de dos personajes secundarios. No es necesario ser el protagonista para dejar la versión final de los hechos.

Me da gusto haber incluido la bitácora como parte integra del proyecto.

Lo que también va a ser interesante es trabajar bajo el rigor de la beca, que tiene marcados tiempos específicos. Eso siempre me pone un poco nerviosa porque el trabajo creativo tiene sus propios tiempos y desviaciones. Pero es puro nervio. Hasta ahora siempre he podido cumplir.

Publicado en La Bitácora