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La convocatoria y las preguntas

ENTREVISTA VIRTUAL CON RUBÉN VALENCIA

Porque era nuestro cuate, porque ya hace casi diez años que murió y porque consideramos que fue uno de los pioneros del arte conceptual en México, nos parece indispensable que la revista virtual La Pala se enriquezca con su presencia.

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Gráfica

Siempre me ha gustado abordar la gráfica como si fuera un partido de ping-pong: dibujo, altero por medio de la fotocopiadora o la computadora, intervengo manualmente este trabajo, etc.

 

  Laa

También me gusta trabajar combinando imágenes apropiadas, construídas y dibujadas.

  Diez

Y, en algunas ocasiones he tenido la oportunidad de realizar proyectos de gráfica monumental, como fue mi participación en el proyecto MONUMENTA en 2008, el que nos pidieron a diversas artistas hacer una imagen para colocarse junto a uno de los monumentos sobre el Paseo de la Reforma que representan a mujeres.  Me tocó la Diana Cazadora.  Monumenta o siete formas de resistencia es el texto que escribió sobre el proyecto Rocío Cerón.

monumenta diana

 

En las páginas de los proyectos Mímesis, Aquerotipo y EMPA, encontrarán otros ejemplos de gráfica. 

Víctor Lerma en Xalapa

Domingo 10 de agosto de 2003.
Excelsior

El último proyecto de Víctor Lerma, integrado por una misma exposición presentada en dos etapas, conjunta sus investigaciones plásticas de la última década y la directriz conceptual que ha manejado tanto en su obra personal como en los proyectos de "arte conceptual aplicado" (nombrados así por él y su coautora Mónica Mayer).

     Las piezas exhibidas en Mancha Urbana, en el Jardín Escultórico de Xalapa (primera etapa), aparentan ser exploraciones meramente plásticas, pero junto a las preocupaciones formales, técnicas y cromáticas que las rigen, existe un discurso -a veces tangencial- que involucra a las ideas como protagonistas o puntos de quiebre de las mismas.

     La ciudad, tema central de la investigación visual de Lerma, ha sido medular en las reflexiones contemporáneas, debido al fracaso de las utopías de equidad y bienestar humanos, al desastre ecológico, y a nuestra mirada desencantada del progreso.

     Se acerca al tema interpretando, a través del dibujo, la pintura y la gráfica digital, vistas aéreas de la ciudad que reflejan tanto la convivencia del orden y el caos, como su condición jerarquizada y estratificada.

     A partir de formas geométricas simples, de líneas, y de manchas de color, genera distintas planimetrías que representan bidimensionalmente sus ideas del paisaje citadino (en sus componentes rural y edificado).
Su producción busca claramente desarrollarse en el espacio intersticial de la pintura y la escultura, para lo que se asiste de distintos recursos.

     El primero de ellos es la construcción modular de sus formatos: vinculado a las ideas tanto de edilicia arquitectónica como de ensamblaje tridimensional, el segundo es el suaje o corte que, como constante en su trabajo, sugiere otros planos dentro de la bidimensionalidad, y el tercero es el juego espacial de sus superficies pictóricas y dibujísiticas.

     Las piezas que llama esquineros son de varios tipos: aquellos que siguiendo el muro doblan en la esquina para seguir en el otro plano, los que además de abarcar dos muros continúan su extensión también al techo, y los mixtos, que consisten en dípticos o polípticos donde se conjuntan diversos esquineros.

     Estos interesantes juegos de formatos bidimensionales, que se tornan espacialidad, se asocian por un lado a las artes aplicadas en su búsqueda de adecuación a los espacios arquitectónicos y, por otro lado, a los desarrollos tridimensionales que proponen desde la modernidad una relación más dinámica con el espacio. Completan la exposición distintas piezas de gráfica digital, la mayoría intervenidas con pastel y grafito.

     Piezas como" Abstracción ilegítima de una imagen urbana" (políptico de 12 partes) utilizan el color electromagnético y las calidades de los pinceles sobre el papel algodón, para insistir en las formas geométricas y en planimetrías de color.

     La apuesta conceptual más legible en su producción es "La gran ciudad", donde aparecen listas de conceptos. Leemos enumeraciones como: "1. Angula agudo, II- Tú y yo, III. Reja, IV. Árbol, V. Cartografía", que a pesar de su naturaleza verbal introducen una ambigüedad inquietante entre plástica y concepto.

     La misma exposición se presentará en la ciudad de México el próximo octubre, con las mismas piezas, pero con distinto título y otra intención del artista.

     La segunda etapa se va a llamar Uno a uno e invitará a individuos de diferentes ocupaciones y edades, de uno en uno, a dialogar con él y su obra.

     La idea que no formamos de ambas exposiciones es diferente, a pesar de que la obra expuesta es la misma.

     Con ello revela a la condición artística como una idea subyacente que depende de la intención del artista y de la interpretación del receptor (más que como una propiedad intrínseca de los objetos),y propone nexos extraartísticos entre creador y espectador.

     Víctor Lerma rescata la idea de conjuntar la autonomía del campo plástico y la injerencia de ideas: sensibilidad e intelecto como salida para el arte.

Aurora Noreña, crítica de arte.

Víctor Lerma: geometría, esmog y sueño

Viernes 13 de julio de 1990.
Novedades

Lo nuevo de la obra plástica de Lerma es su atinada situación del geometrismo, ahogado fantásticamente en el nebluno urbano como tatuaje

Las tendencias neoplásticas, constructivistas y hasta neoconcretas de este siglo pretendieron articular una
estética pura, ajena a la realidad física exterior, inmersa en si misma, o sea en los elementos propios de la pintura: forma, línea, color, espacio interrelacionados puramente sin aludir a la naturaleza más que en esencia. Por otra parte, otro geometrismo a ultranza, emanado del cubismo analítico, se dejo penetrar por la realidad objetual. Se introdujeron objetos reales a la composici6n del cuadro para analizar puramente el desdoblamiento de sus formas. No, pues, la búsqueda de significados filosóficos o anímicos. Tras la dinamizaci6n formal del orfismo, e incluso del futurismo, se vio que las geometrias se vivificaban si su dinámica se aplicaba a visualizar el orden del mundo físico. Por ejemplo, entre Femand Leger y Robert Delaunay, formas de cubismo se disparan hacia extremos contrarios: el primero al cuestionamiento del industrialismo, el segundo hacia la imaginería poética.

Querido D.F.

Si uno habla del caos urbano, todos creen que atacamos al monstruo defeño como San Jorge al dragón. Pero en el país las ciudades son muchas ya, y lo urbano no es privilegio de horneados; es más, reflejan la transformación de la visión mexicana de las cosas, qué del bucolismo ha pasado a lo pastoral urbano, sobre todo por la cultura visual de la tele que nos unifica. Entonces, un pintor como Lerma, que ha dedicado gran parte de su obra a la geometría artepurista en pos de un arte antiarte espacial urbano, integrable al tráfago, hoy encuentra otros modos de vinculación de pureza e impureza, de rigor y lirismo. En. la primera lectura, su geometría podría corresponder a la arquitect6nica de la gran ciudad, pero no figurativamente. Lerma es arquitecto y por ello analítico, pero antes (o ahora) es un poeta lírico. La bruma defeña -niebla y/o humo- sirve como atmósfera cromática para meter como filosas navajas polígonos planos, principalmente el triángulo, y desarrollos aleatorios de prismas abiertos, para componer un espacio pictórico que abstractamente, se relaciona con el espacio urbano, y claramente por los títulos de los cuadros. Su dinamismo compositivo, rico en formas, líneas, color, texturas, hace del plano geométrico virtualmente bidimensional, materia que se torna orgánica, sensible, como piel que al respirar aire espeso se modula tonalmente, implica la fusión armoniosa dé rigor científico y sueño. Las formas exactas quedan henchidas anímicamente al atravesar atmósferas amorfas para constituirse en su imposible continente. Desbordado el "aire", los planos geomericos estrictos, y por ello "concretos", se retroalimentan significativamente. Mundo físico y mundo anímico son una sola cosa, vasos comunicantes.

Terrenal

A pesar de que la estética geométrica de este siglo aporto conceptos invaluables al devenir del arte, se le considera fría, intelectual y, a veces, peyorativamente, artepuritsta. En la obra de Lerma, tal purismo se asume
como plástica susceptible de aplicación a la realidad inmediata, al entorno en que la geometría de las construcciones citadinas. Son sustitución racional, ¿enajenada?, del paisaje natural. Lerma está de regreso de la posibilidad de embellecer el espacio urbano, y promete una suerte de transfiguración de este principio en un ensueño donde la fealdad de la realidad -esmog, ruido, tráfico e impersonalidad de una ciudad- podría ser motivo, para un expresionista, por ejemplo, de visiones patéticas límite. Pero para Lerma el drama que conlleva esto, es tan sólo un genero, digno de acometerse bellamente si se presta para enriquecer las matizaciones cromáticas y formales de un cuadro, aludiendo la realidad como una forma de tensión más.
Lerma demuestra que el rigor geométrico no tiene por qué ser rigor mortis, e incluso que una atmósfera contaminada es modelo de purezas dramáticas que terminan conjugándose armoniosamente. Estrictamente, este pintor es un paisajista anímico en busca del orden de la geometria como reflejo del urbano. Únicamente, es un matizador de vivencias creativas del geómetra que contrapone estructuras ideales a ideales románticos. Humanamete, busca la dimensión humana en que estos dos planos de realidad se cruzan, el vértice entre racionalismos y emocionalidad de cuya delicadeza depende el vuelo estético estimulante para el espectador transeúnte del aparato urbano que le tocó disfrutar y/o padecer.

LA SENSIBILIDAD DE LA GEOMETRÍA

Viernes 8 de junio de 1984.
La Guía de NOVEDADES
N° 141.

Víctor Lerma Uzeta es un joven bastión del geometrismo en México y la galería Juan Martin exhibe su reciente producción. La muestra presenta esas particularidades sensibles que contienen las obras trabajadas por el propio artista en su estudio, a manera de un pequeño laboratorio visual.

     Sin embargo, su producción, a pesar de ser concebida en la intimidad y fuera de toda intención urbana, no descarta la posibilidad de funcionar en los interiores de las grandes construcciones arquitectónicas realizadas a mayor escala.

     Víctor Lerma, es parte de la resistencia de artistas que sostienen los postulados de una plástica pura, ahora que algunos vuelven a insistir en la figuración. Es también una voz que se alza, cuando los ataques de gran parte de la critica debilitan el surgimiendo de los nuevos creadores mexicanos, inscritos dentro de las corrientes formalistas. El geometrismo se consolidó en nuestro país en la década de los setentas, 50 anos después de su aparición en Europa. Pero con algunas características propias.

     Lerma Uzeta intenta desenterrar las formas geométricas de sus condiciones actuales. Para ello, las descontextualiza de los ambientes urbanos en donde se insertó, y las reubica en el cuadro, con un carácter Intimo que le permite crear diferentes composiciones visuales.

     Bajo estos conceptos crea composiciones con espacios y volúmenes aparentes, lo que le permite llegar más allá de los espacios planimétricos. En ellas se aventura utilizar la madera tal cual, para establecer un diálogo entre el diseño geométrico y la organicidad del material.

     La micromadera es el soporte principal, y a la vez objeto artístico. Lerma Uzeta la respeta profundamente. Este sentimiento lo transmite en su forma de trabajo. Del material aprovecha el color y el dibujo de las vetas. Acentúa la espacialidad d 'sus cualidades mediante cortes que reafirman su diseño, al mismo tiempo que obtiene bajorrelieves sutiles de sombras suaves.

     En otras ocasiones realiza los cortes en base al dibujo geométrico, así contradice el ritmo de la madera a la vez que denota su sensualidad. El resultado es el de una tridimensionalidad real que acerca la obra a lo escultórico, porque exhibe a través de los espacios exentos de madera, como un collage pictórico, la textura y el color de otros, tales como papeles diversos e hilos metálicos.

     La estructura razonada de estas composiciones reafirma el anti-ilusionismo propuesto por la plástica pura, y se consolida con la incorporación de otros medios, espacios y luces verdaderas trabajadas con elegancia. Así reafirma la independencia de la obra y dentro de ella la independencia del color aplicado en zonas, especificas de trazo impersonal. La composición se dinamiza con un diseño estructurado en diagonales.

     La monumentalidad de estos trabajos al separarse del concepto de cuadro, carecería de ciertas cualidades propias de la forma de producción, si bien es cierto que obtendría otras. La pérdida principal, seña su delicada apariencia, lograda por el artista mediante el trabajo de una filigrana geométrica, realizada en materiales delgados, que él combina con otros materiales para denotar la verdadera naturaleza de sus lenguajes en una misma obra.

     Víctor Lerma Uzeta, es un artista preocupado por satisfacer en la producción visual las necesidades de nuestra sensibilidad; factor que él equilibra en su obra geométrica como principio de orden. A él apela en composiciones desnudas de asociaciones realistas.

     La necesidad de acentuar lo racional dentro de la producción nacional, provoca y exige la existencia de voces como la de Lerma Uzeta. Una actitud más integrada al grito de rebeldía que se alza, contra las ideologías que gobiernan y someten a nuestra producción artística, hoy bajo el excesivo dominio de la figuración: presente y del hiperrealismo.

 
LETlClA OCHARÁN

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