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MÓNICA MAYER INTERIORIZA SU FEMINISMO

(Texto del Catálogo de la exposición: Novela rosa o me agarró el arquetipo)

A partir del próximo 23 de septiembre Mónica Mayer se presentará en el Museo de Arte Carrillo Gil Con una exposición de dibujos y título bastante literario: Novela rosa o Me agarró el arquetipo. La polisemia de esos dibujos es tal que me he propuesto tratar de expresar algunos de los significados y de las calidades que percibo. Si lo logro cumpliré la elemental función crítica del desentrañamiento, Intentaré darme a entender para que se entienda:

  1. Se trata de dibujos muy elaborados, hechos sobre papel filtro con grafito, lápices de colores, acuarela, tinta, fotocopias, transferencias de fotocopias; a veces recortadas, o superpuestas, o tramadas.
  2. Tanto el soporte como el marco han sido trabajados de manera poco habitual. El soporte del dibujo es un papel que muchas veces aparece soportado por otro u otros papeles y a su vez se apoya en una tela texturada con plumones, lápices de grafito y lápices de pastel. Los marcos no sólo establecen los límites de las superficies plásticas, sino que se integran a ellas porque han dejado de ser neutrales a causa de efectos pictóricos decorativos o expresivos, palabras, signos, representaciones directas en la madera o en papeles adheridos. Las fronteras se rompen y los límites se contrapuntean con lo limitado.
  3. Los dibujos tienen un desarrollo progresivo en 14 series o capítulos relacionados entre sí por los mismos protagonistas: la propia Mónica Mayer, serpientes, caminos, montañas, casas, enseres domésticos, mesas y sillas; caballos, esqueletos, tanques de guerra, pistolas, hachas, vírgenes y parientes cercanos (padre, abuelo, hijo). No siempre están presentes todos. Aparecen y desaparecen, como ocurre en cualquier novela, Pero aunque no se vean, subyacen, su sentido está latente en el argumento total. Esto se comprende mejor en la segunda lectura, cuando ya se han visto todos los dibujos una vez y se vuelven a observar.
  4. A estas alturas se com­prende que estamos frente a un relato visual. Este relato tiene algunas características específicas: es simbólico, en él alternan el humor blanco y el humor negro; por momentos es prolijamente racionalista o, por el contrario, se vuelve esotérico, introspectivo, melancólico, confuso, angustiante, hiperbólico, reiterativo. Indudablemente no es arenga, ni manifiesto ni panfleto; no podría serlo pues no es fruto de certezas o dogmas, sino resultado de dudas, cuestionamientos y vacilaciones, y pareciera estar cumpliendo funciones de tabla de salvación en una vertiginosa caída hacia la desesperanza y el escepticismo.
  5. No hay dogma, pero si hay una franca toma de posición. Es evidente que la autora del relato en primera persona casi auto biográfico, es una feminista militante, inconforme con los enunciados esquemáticos de un feminismo primario, enteco, repetitivo o conformista. En los dibujos pueden verse ,caminos sinuosos, convertidos a veces en enjambres o telarañas; son 16s caminos cotidianamente concretos que van de la casa a la montaña, al mar, al bosque, a la ur­be, al huerto, a la sartén, a la plancha; pero son también los previsibles caminos del oprimente arquetipo; o son los caminos hacia el hoyo negro de una duda existencia! sin más solución ni más respuesta que dejarse vivir según las reglas de un juego secular. La vida es la vida y se vive porque se vive y se camina porque no queda otra y qué gusto nos da ser frutos en los árboles de este paraíso terrenal y cumplir co­mo cualquier abeja o cualquier vaca o cualquier araña con la sagrada misión de reproducir la especie, bajo la advocación de una serpiente que perdió bíblicamente sus plumas cósmicas para convertirse en em­blema de pecaminosos y muy carnales acoplamientos. Queda el consuelo de llegar a ser madre, trabajadora y ciudadana ejemplar, según fórmulas consagradas en asambleas, parlamentos y partidos, Marchar ágilmente por este mundo de tierra y de agua, con los pantalones bien fajados y la cabeza en alto, aunque tiemble y se inunde en su centro el Distrito Federal y las casas de amigos y familiares queden reducidas a escombros o hundidas en el agua. Del mito a lo cotidiano, de lo cotidiano al mito, y nada es vulgar si tras del amor vienen los dolores del parto y un hijo crece como rama preciosa entre los brazos, ¿Acaso el cuento no iba a ser color de rosa? La heroína se salva y nada contra la corriente, rodeada de tanques, revólveres, sables y rayos del maligno, ¿Paz en dónde? ¿Paz en qué tierra? ¿Cuál paz quieren los hombres de buena voluntad? En las no­velas color de rosa las heroí­nas no son blanco de ningún tiro, aunque estén cogidas en la trama. La tormenta las pue­de poner de cabeza, pero la historia sigue su curso y a un hijo sigue otro hijo. ¡Reverdece árbol de la esperanza y mantente firme!
  6. Como tendencia, además del feminismo analítico e introspectivo ya señalado, estas series de Mónica Mayer son catalogables en algunas de las, corrientes posconceptuales, como lo son la narrativa visual y la verbalización como elemento complementario o de ruptura en la estructura plástica. Para la narrativa visual la palabra no es indispensable, pero sí la secuencia. En la verbalización visual no hace falta continuidad alguna, la palabra nada más, substituye a un elemento que pudo haber sido representado. Al estar inscrito, el elemento adquiere existencia y, según la capacidad o energía asociativa del espectador, puede jugar un papel muy activo dentro de la composición, sobre todo cuando se trata de palabras que impactan con fuerte descarga emotiva: jaula, derrumbe, lágrimas, sombra, lengua, hacha, lejos, pezón, secreto, cuchillo, mi vientre, celos, sola. Otras palabras parecieran proponer al espectador un juego de lotería; el dibujo pareciera convertirse entonces en un gran cartón donde una palabra precisa debe encontrar acomodo en un sitio determinado para que el significado del dibujo esté completo. En esa categoría se encuentran palabras como nube, vidrio, golondrina, huevo, sal, luna, caja, sábanas, cebolla, estufa, agua, avión, perros, río, toro. Pero sea uno u otro el efecto, el contrapunto entre lo abstracto del verbo y lo concreto de la imagen plástica produce sensaciones enigmáticas y despierta con la lectura la necesidad del desciframiento.
  7. Por último, reafirmo que el lenguaje combinatorio de Mónica Mayer corresponde a una estética posconceptual. Sus realizaciones son materiales, inclusive esmeradamente ma­teriales; pero sus imágenes emer­gen de un despliegue de ideas no representadas, bocetadas a veces, diseñadas por momentos, incitando siempre a una reflexión crítica, no del ser individual mostrado autobiográficamente, sino de la condición femenina en general. Desde sus dibujos Mónica Mayer libera impulsos para adquirir mayor conciencia sobre los mecanismos psíquicos, físicos y funcionales del ser femenino. La reflexión artística saca de su molde al arquetipo, lo desmenuza, lo resquebraja, aunque no logra desintegrarlo porque, al fin de cuentas, la serpiente se muerde la cola.

¿QUÉ ES PINTO MI RAYA?

Pinto mi Raya surge en 1989 como un espacio alternativo o galería de autor, dentro del marco de otros proyectos similares promovidos por artistas de nuestra setentera generación (también conocida como la Generación de los Grupos) como fueron El Archivero o La Agencia, así como los de otros artistas más jóvenes como La Quiñonera y el Salón des Aztecas. La sede original de esta mini-galería fue Sombrerete #505 en la Colonia Condesa. Nuestro objetivo fue crear un espacio que, a diferencia de lo que se podía exponer en ese momento museos y galerías, permitiera mostrar obra lúdica y crítica, subrayando la importancia del proceso. Desde entonces, más que presentar una visión depurada de la producción artística, nos ha interesado promover interacciones y mostrar procesos.

Víctor Lerma y Mónica Mayer en los setentas001 - copia        Foto de Jorge Arreola Barraza

Foto: Jorge Arreola Barraza

     Esta experiencia pronto nos llevó a detectar algunos de los problemas de nuestro sistema artístico y poco a poco nos transformamos en una plataforma desde la que organizamos proyectos de arte conceptual aplicado, término que acuñamos para definir obras que además de su valor simbólico pretenden intervenir de manera práctica su entorno proponiendo e implementando soluciones. O, como quien dice, lo que nos interesa es lubricar el sistema artístico para que funcione mejor. Nuestro trabajo ha sido comunitario a partir de nuestro propio medio.
 
     Pinto mi Raya es un proyecto independiente, pero sin prejuicios para trabajar con todos los miembros del sistema artístico. Seguramente no es redituable, viable o sustentable, pero nos divierte y nos apasiona tanto como cuando al echar un voladito, la moneda, de pura chiripa, cae de canto...su tercera cara. A eso le tiramos.
 
     En este sitio encontrarás un recorrido del nuestro proyecto, así como el trabajo individual de ambos.  
Mónica Mayer y Víctor Lerma

 

La historia de Pinto mi Raya

Pinto mi Raya es el proyecto artístico de largo aliento que fundamos Víctor Lerma y Mónica Mayer en 1989. Empezó como galería de autor para proyectos artísticos sin cabida en museos o galerías comerciales, pero pronto se transformó en una propuesta artística.

     El espacio funcionó como galería durante tres años. Nuestra primera exposición se llamó Diez años de casados y en ella ambos mostramos obra de pequeño y gran formato. Aquí encuentran Jubileo para el agua y el reino vegetal, el texto que escribió sobre el evento Perla Schwartz, Pinto mi Raya, el de Carlos Blas Galindo y Mayer y Lerma pintan su raya, la entrevista que nos hizo José Luis Alcubilla. 

     Como parte del proyecto también presentamos el performance Foto falsa a diez años de casados en el Centro Cultural Santo Domingo que fue parte de una larga serie de performances que hoy llamamos Las bodas que empezamos en 1980, el día que nos casamos. 

expo inaugural Pinto mi Raya001

 Con nuestros hijos el día de la inauguración.

     En la galería presentamos diversas muestras en colaboración con otros espacios independientes como Foco, El Unicornio Blanco y Los Caprichos. Algunas de las exposiciones fueron Neo-Cursi: artistas que realmente saben amar, Madrecitas: obra de pequeño formato y Contaminación No.

   Muy pronto Pinto mi Raya empezó a transformarse, convirtiéndose en lo que definimos como un proyecto de arte conceptual cuyo objetivo era lubricar el sistema artístico. Esto nos ha llevado a incursionar e intervenir diferentes campos del arte.  Por eso, a veces lo que hacemos parece investigación o promoción o educación artística o formación de archivos o difusión y en ocasiones hasta puede definirse como performance. Pinto mi Raya es nuestra obra.

     Así, en 1991, con la galería Los Caprichos, organizamos el Proyecto Mimesis, uno de las primeras carpetas de electrografía en América Latina en la que participaron 25 artistas, entre ellos Gunther Gerzso, Manuel Felguérez y Vicente Rojo. A este proyecto, a lo largo de más de una década, le han seguido otros proyectos de producción e investigación como Aquerotipo, Electrografía Monumental Sobre Papel de Algodón (EMPA), Gráfica Periférica, La Pala y Memoria Virtual.

     Ese mismo año también echamos a andar lo que habría de convertirse en el proyecto eje de Pinto mi Raya, que es un archivo hemerográfico especializado. Planteamos el archivo como obra y como acto de defensa personal. Ante la escasez de libros de arte contemporáneo que aún hoy en día se publican en el país y que en ese momento era mucho más aguda, y el hecho de que sólo en la ciudad de México existen 35 diarios en cuyas páginas se escribe constantemente de arte, empezamos a reunir todo este material. Actualmente el archivo cuenta con más de 30,000 artículos de opinión, entre críticas, crónicas y reseñas. Pero además, este trozo de memoria de las artes visuales mexicanas ha servido como punto de partida para otras de nuestras obras. En esta nueva etapa el archivo se ha vuelto digital.

     Nuestro archivo provee diversos servicios. Raya. Crítica y Debate en las Artes Visuales es una recopilación quincenal de crítica. A este servicio han estado suscritos importantes bibliotecas especializadas como la del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, la Biblioteca de las Artes en el Centro Nacional de las Artes, la Biblioteca de Casa Lamm, la Biblioteca de la Fundación Jumex, la Biblioteca FEMSA y la Biblioteca de la Universidad de Monterrey. A agunas instituciones, como el Centro de la Imagen, durante mucho tiempo le proporcionamos el servicio de Egoteca, guardando todo lo que salía sobre fotografía.

     Con el cambio de milenio y una década de material hemerográfico, decidimos lanzar un proyecto de investigación o "peinado" del archivo en torno a temas específicos. Este proyecto se llama Hurgando en el Archivo. Ya tenemos varias recopilaciones sobre diversos temas como mujeres artistas, gráfica digital, instalación, fotografía, espacios alternativos, educación artística, arte público y performance. Algunas de estas investigaciones, como * Arte público en el archivo de Pinto mi Raya y Siqueiros en el archivo de Pinto mi Raya las realizamos como parte de Siqueiros a tres voces, una obra de arte conceptual aplicado que presentamos en la Sala de Arte Público Siqueiros en 2002. Digital y virtual. Textos sobre gráfica digital y artes electrónicas en el archivo de Pinto mi Raya es la base de otra de Memoria Virtual, una pieza que reúne nuestro interés en la investigación y en la gráfica digital. En 2005 realizamos el proyecto Hurgando en el Archivo que consistió en hacer compendios temáticos del material de nuestro archivo sobre los temas que más nos interesan como mujeres artistas, performance e instalación. En 2011, para celebrar 20 años del archivo, actualizamos y digitalizamos estos temas y creamos Archivo Activo, un archivo de artista con casi once mil textos.  El archivo también nos llevó a desarrollar formas de distribuir nuestros materiales, principalmente a través de mesas redondas, especialmente en nuestros Aniversarios  y El puesto que hemos instalado en ferias y congresos durante muchos años.  A su vez estas experiencias nos permitieron plantear proyectos de objetos artísticos de uso cotidiano relacionados al archivo y surgió Del Archivo a tu casa.

     Por otro lado, como parte de Pinto mi Raya también hemos realizado diversos performances y piezas conceptuales planteando soluciones a una variedad de problemas del sistema artístico como: la falta de documentación, las relaciones entre críticos y artistas o el sistema de concursos de arte. Algunos de ellos han sido El Balcón del CENIDIAP (1996), El Mejor Amigo de los Museos (1998), la revista virtual La Pala (1998), Ruedo/Rueda de Prensa (1999), el programa radiofónico Pinto mi raya: un espacio donde las artes visuales suenan (2001-2002) y el tele-taller Por amor al arte que se transmitió por el canal 23 en 2002. También hemos hecho piezas como Yo no celebro ni conmemoro guerras, Si tiene dudas, pregunte y Del archivo a tu casa que sabemos cuando empiezan, pero no cuando terminan y que tienen la flexibilidad de habitar distintos soportes -desde objetos hasta gráfica-, de aparecer de manera efímera a través de un performance o una instalación e incluso a crecer a partir de la colaboración del público. Como algunas de estas piezas son de difícil definición, hemos optado simplemente por llamarlas "proyectos".

     En este sitio encontrarán un registro del recorrido que hemos realizado como Pinto mi Raya y también el que hemos hecho de manera individual.