espacio

Lunes, 04 Agosto 2014 16:45

Las paredes oyen y hablan

Esta frase, Las paredes oyen y hablan, coloquialmente, se refiere a una situación de advertencia acerca de lo que se dice en determinado momento y lugar. Hablar y escuchar son las formas más directas de comunicación; y resulta que, por el motivo que aquí hoy nos reúne, yo diría que las paredes también muestran o, mejor dicho, es posible ver a través de ellas las entrañas, los muros de concreto, gracias a la magia e imaginación de Víctor Lerma.

Como psicoanalista, acostumbrada a escuchar y reconstruir las historias de vida, hoy me encuentro con ustedes para contarles mi versión de lo que aquí se nos muestra, presenta y vemos.

Resulta que Víctor influenciado por la opinión de una joven y fresca psicóloga muy cercana a él, le dijo que sublimaba ciertas experiencias de su vida a través de su obra, que serán otros quienes la definirá como creativa o no; él hizo sus propias asociaciones, elaboraciones y conclusiones y por eso es que vine a conocer su trabajo; tuve la oportunidad de ver en proceso las diferentes piezas y hacer mis propias asociaciones que de manera modesta, y desde muy personal punto de vista, les relataré.

Víctor empezó por decirme que esto se iniciaba con la técnica de las calas y, aunque el significado pudiera ser obvio, me llamo muchísimo la atención porque ahí empecé a darme cuenta de que tenemos algunos elementos comunes: la estructura, sea psicológica o material, la descripción, el dialogo, la imaginación y la transformación, él, en este caso, con las paredes y yo con las personas.

Como si descubriera un tesoro enterrado, Víctor con delicadeza y maestría va descubriendo, levantando y cortando las capas que recubren y conforman una pared o, mediante la paciente utilización de solventes, borra las huellas de las pinturas recientes para encontrarse con las anteriores y más profundas.

En la vida diaria, todos nos hemos encontrado, alguna vez, con personas que a pesar de su voluntad y disposición para el cambio parecen paredes impenetrables, duras y rígidas sabemos y conocemos lo que es toparnos con la pared, los maratonistas, aquí se encuentra una novel participante, conocen muy bien el efecto muro, que los paraliza entre los kilómetros 25 y 35, dependiendo de su entrenamiento, residencia y constitución y Víctor nos muestra como rompe, desmenuza y descubre los materiales de las paredes y yo las capas de los mecanismos de identificación, defensas y las resistencias. Al final, el resultado es el mismo: mostrar de que están hechos.

Le entendí que él, dado que todos tenemos algo de médicos, poetas y locos, con su gran sentido del humor, se para frente a la pared, realiza las calas y dialoga con cada capa que va descubriendo del muro; que en ocasiones, se esfuerza y logra entablar un dialogo, que le diga algo, que le hable, que le indique, mediante su prolífica imaginación, los elementos que agregará y las formas que le dará para que, a su vez, las obras dialoguen con nosotros, con quienes las vemos y observamos, tarea que no siempre resulta ser fácil pero si agradable.

Dependerán del conocimiento, de la sensibilidad con que se mire y de la riqueza de la imaginación de cada persona, las opiniones que escucharemos mientras brindamos por ti, habrá quienes piensen o digan: ¿que idea tan original, yo quiero una en mi casa, (espero que sean muchas)! O ¿que loco, como le permiten destruir un museo!, habrá otros que, estimulados por lo que a cada quien le hable, le exponga, le diga la pieza, empiecen a ver por doquier posibles calas para copiarte y apropiarse de la idea. Bienvenido este resultado.

Hablando de paredes y muros, este año cumplirá su mayoría de edad el derrumbe del muro que separaba el oriente y occidente de la Europa de la guerra fría: hoy personalmente hago votos y les pido a ustedes apoyemos con firmas en algunas paredes, la idea de pedir a las autoridades le otorguen a Víctor un gran muro al sur del país del norte vecino que haga unas cuantas calas, que de paso les sirvan a nuestros compatriotas, que en lenguaje de la derecha son llamados paisanos, para que puedan regresar y volver a partir.

Cuando por fin las paredes le han escuchado y contestan, surge en él una euforia y torbellino de ideas que lo vuelven hiperactivo; entonces escoge esquinas en los techos, en las escaleras, entre los cuadros de las flores y rumbos de las oficinas, sin dejar de pasar por otros lugares que también tienen muchas cosas que decir: el archivo y la dirección para finalmente , encontrarse con los muros de aquí donde nos encontramos, en el que estos, suavemente y sin resistencias, le permitieron ver lo que otros dejaron en su interior, las estructuras metálicas y de plástico así como el pedazo de papel periódico.

Una vez seleccionados y escogidos los espacios, hace cortes para darles forma, volumen y agrega elementos como hilos, cartones, palitos de madera, micas y todo lo que se le ocurre, también, agrega trazos geométricos, por fuera y por dentro como si se tratara de guías de cirujanos a uno que sostiene, restaura y modifica las entrañas y otro que disimula las cicatrices.

Igual que en el dialogo terapéutico se llegan a tocar las fibras mas sensibles del corazón y las emociones; las piezas de Víctor aquí expuestas nos invitan a ser tocadas con suavidad y a dialogar con ellas, nos permiten, en la intimidad de nuestro pensamiento, tener la libertad para recordar, imaginar y asociar nuestras experiencias pasadas y las presentes para que con ello nos revaloremos en todo nuestro potencial, en lo efímero, en lo eterno, en otra forma de ver y en otra forma de comunicar.

Víctor, además de dialogar con las piezas, seguramente ha llegado a interesarse más por Siqueiros, cuyo espíritu ha permitido que ésta su sala, se aventure a través de los directivos y de los creadores a presentar trabajos innovadores (para algunos y repetitivos para otros.) en el mundo, del (llamado) arte, hay pocas expresiones y muy pocas novedosas artísticas, pero si estimulantes provocadoras.

En un moderno mundo mercantil, donde el ser humano está cada vez mas centrado en la adquisición, en la compra-venta y pocas veces en si mismo y en donde la tecnología sustituye el esfuerzo humano, es importante resaltar que en toda actividad laboral, mas allá de la eficiencias, la eficacia y la efectividad, se requieren pequeñas dosis de creatividad, imaginación, espontaneidad, libertad y otras que vuelven el trabajo fértil, comunicativo y me parece que la obra que hoy se expone, las reúne.

La historia de mi dialogo interno, con Víctor Lerma, a través de su obra, me llevo a confirmar que hay ciertas experiencias que nos hablan, transforman y nos empujan a sacar lo interior , sea lo mejor o peor de nosotros, a sentir alegría por vivir y con mayor razón si se trata de un trabajo relacionado con la oferta y búsqueda de otros caminos del arte que fueron abiertos mucho tiempo antes que lo que hoy nos presentan la calas expuestas hoy.

Por último, creo que después de lo que les he contado debo cambiar el nombre de este trabajo, en lugar de decir “las paredes oyen y hablan” debería decir “las paredes están vivas” tan vivas como tu trabajo y agradecidamente tan vivas como tú.

*trabajo presentado en la inauguración de la exposición de Víctor Lerma en la Sala de Arte Público Siqueiros. Julio 12 del 2007.

Patricia González D.

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