Lunes, 25 Febrero 2013 21:03

Tres testimonios

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Tenía un examen profesional en la universidad el día de la Manifestación del Día Después en mayo 2012, pero quería participar en la actividad. Así que, además de hacer mis contribuciones en Twitter, pasé a casa de Mónica una semana antes para recoger mi delantal con la leyenda “No a las maternidades secuestradas”, y durante toda la semana del evento porté el delantal, en mi vida cotidiana, en mis clases de Historia del Arte en la Universidad Iberoamericana y en la calle. Funcionó muy bien porque provocó muchas preguntas que dieron lugar, durante una semana normalmente consagrada a la supuesta celebración de las “mamitas”, a múltiples diálogos y reflexiones sobre la(s) experiencia(s) de la maternidad, y las implicaciones del “secuestro” social y cultural de la maternidad, con alumnos, amigos, colegas y extraños.

Karen Cordero, enero 2013

 Natalia

Vaya que hay coincidencias, y no tantas, en la forma  en que cada mujer feminista se acerca a lo que es la maternidad y cómo entiende su secuestro.

La cena en Pinto mi raya para mí fue una buena experiencia al compartir con mujeres feministas de distintas generaciones una rica torta y algunas ideas, pero más allá de ello, me pareció sorprendente la facilidad  con la que nos pusimos de acuerdo a la distancia, para elaborar el punteo de demandas sobre la condición de las mujeres en relación a la maternidad. Punteo de lo más diverso y por ello completo, que se difundiría en la acción en el Zócalo… no cabe duda que el feminismo es, como decían por ahí, un paraguas que nos cobija a todas.

Natalia Eguiluz

 Foto Yuru

Foto Yuruen Lerma

mi maternidad es del escombro. como tengo debilidad por la fabulación vean la etimología. escombro, del latín, que está en la sombra. maternidad a la sombra de la norma, la convención, lo debido, lo apropiado, la mesa familiar y el propio útero. Las italianas lo llamaban affidamento; fe, fidelidad, confianza entre lxs rarxs.

Helena López.

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